Hace una semana me preguntaba una periodista el porqué de que la diabetes sea una patología tan poco visible, y tengo que reconocer que lo primero que me vino a la mente fueron las administraciones públicas, tanto a nivel nacional como autonómico y local. Es cierto que se llevan a cabo periódicamente campañas públicas para sensibilizar a la población sobre la importancia de llevar buenos hábitos de vida, sin embargo, no están dando sus frutos, y quizás se deba a que no se llevan a cabo de la manera más idónea, o se lancen sin contar con un estudio previo sobre cómo deberían ser planteadas para que lograran su objetivo: una verdadera sensibilización social.

Pero no sería justo si me quedara aquí y no fuera más allá, viendo otra serie de deficiencias en este sentido. Y me refiero al entorno interno, a nuestro propio colectivo de pacientes, es decir, los verdaderos protagonistas y los primeros interesados en que estas acciones sean eficaces. En el fondo, somos corresponsables y cómplices de esta situación en la que se incrementa cada día la prevalencia de la diabetes y obesidad, tanto en adultos como en jóvenes y niños. Debemos hacer autocrítica y reflexionar sobre cómo trabajamos. A veces nos perdemos en temas menores, que no nos lleva más que a debilitarnos, perdiendo fuerza y credibilidad.


Tenemos que empezar a trabajar en bloque, unidos y en la misma dirección. Fue precisamente por esto por lo que desde FEDE lanzamos la campaña online #MensajescomunesFEDEdiabetes en la que se hace hincapié en hacer partícipe  de la misma a todas las asociaciones. Sin embargo, su mensaje central, el que preside esta iniciativa, es que debemos esforzarnos por seguir mejorando y ser más eficaces; estar unidos, y me refiero no solo a las asociaciones, sino también a nivel individual, como ciudadanos, puesto que el futuro, nuestro futuro, depende de nosotros mismos.