Esta semana
quería escribiros sobre el periodismo de la salud, a raíz de un programa de
televisión, que recientemente se emitió, abordando la patología de la diabetes,
así como de un extenso artículo sobre el mismo tema, en un periódico, ambos de
alcance nacional.
Analizando
con una cierta distancia los contenidos y las informaciones ahí emitidas y
expuestas, en principio creo que debería alegrarme, porque por fin comienza a
prestarse atención real sobre esta pandemia del siglo XXI. No obstante, lo que
siento es una enorme preocupación y decepción, porque el tratamiento y el
abordaje que se hizo sigue siendo el mismo de siempre. En ambos casos eché de
menos al verdadero protagonista: el paciente. ¿Es que acaso nuestra opinión no
importa? ¿No interesa saber qué es lo que nos preocupa y / o qué nos interesa?
¿Cuáles son nuestras prioridades?
Las
únicas voces que escuché fueron las de los médicos y especialistas, quienes
sacaban sus propias opiniones y que, independientemente de si eran o no
acertadas, no se veían nutridas por la opinión de los pacientes. Aquí la labor
de los periodistas es fundamental para contar con todos los puntos de vista, y
en este caso concreto, mostrar al espectador y al lector una radiografía lo más
real y acertada posible de la situación de la diabetes en España.
Pero
el paciente sigue sin estar… Eso sí, luego nos dicen que somos el centro del
Sistema Nacional de Salud, que somos el protagonista. No obstante, está claro
que aún no lo somos y que debemos seguir trabajando para ocupar el lugar que
nos merecemos.
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