Muchas veces, cuando estoy trabajando en reuniones, foros o congresos,
me pongo hablar de datos, estadísticas y cifras sobre la diabetes, y la mayoría
de las veces compruebo que son francamente malos, y que todavía queda mucho por
hacer en España.
Pero al mismo tiempo, cuando estoy en otras reuniones, esta vez con las
asociaciones de pacientes, me doy cuenta de que todos esos datos tienen nombre
y apellidos, e historias personales a veces muy duras, y me doy cuenta de la
frialdad de los números, y de la importancia de seguir trabajando por y para
todas las personas con diabetes que tienen que luchar contra las adversidades,
y a veces contra la propia administración porque pone las cosas muy difíciles.
Detrás de cada numero hay una historia, pero también intento ver y
contagiar a todos la ilusión que tengo por construir una gran federación que
sea suya y la sientan como suya. Es decir: que la Federación Española
de Diabetes (FEDE) sea una gran organización y se convierta en la mayor garantía
de los derechos de los pacientes con diabetes en España.
Pero hoy quiero ir un poco más allá en mi reflexión, porque en todos
mis viajes hay mucha mucha soledad, y en esos momentos es cuando tengo la
sensación de que en este proyecto somos pocos los que tiramos de él. Y aquí yo
me pregunto qué pensara el resto de pacientes socios de FEDE o qué idea tienen
ellos de cómo contribuir a conseguir el gran objetivo de la defensa de los
derechos y la calidad de vida de los pacientes.
A veces me siento muy solo, y es evidente que una o varias personas no
son suficientes para construir algo tan grande y ambicioso como queremos que
sea FEDE. Necesitamos del apoyo, del animo y del trabajo de todos; necesitamos
que todos tengamos el mismo discurso, si de verdad creemos en este proyecto;
necesitamos que todas las asociaciones de pacientes trasladen este mensaje a
cada asociado; y necesitamos que cada uno de nosotros nos preguntemos cómo
podemos ayudar para conseguir esa gran FEDE. Este proyecto es el mejor legado que podemos dejar a las generaciones
venideras, y sólo sumando y trabajando juntos conseguiremos que el futuro,
el nuestro y el de nuestros hijos, sea mejor.
Muy bonita la reflexión.Falta yo creo moverse más desde FEDE porque desde que debutó mi hija hace 6 años estamos esperando enfermeras en colegios para que nuestros hijas puedan quedarse en comedores o asistencia sin más,sin tener que salir del trabajo para atenderlos.Hay que hacer algo YA
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