El
pasado día 14 de octubre celebramos el 30 aniversario de la Federación Española
de Diabetes (FEDE) y tuvimos la suerte de contar con ponentes de excepción, que
trasladaron su visión sobre cuál es la actual situación de la diabetes en
España.
No
voy a entrar en detalles de todo lo que ahí se dijo, pero sí hay una cuestión
que quiero compartir y que se debatió: la discriminación que sufre el colectivo
en las diferentes etapas de su vida. Y es que, si se tiene diabetes,
irremediablemente se será objeto de diversas discriminaciones. De entrada, cuando
se trata de un niño con diabetes, los padres tienen que concienciarse de que
será muy complicado contar con profesionales sanitarios en su centro de enseñanza
y que, por lo tanto, su integración en la escuela será más complicada que la del
resto de sus compañeros.
Tras
esto, cuando se esté iniciando un proyecto de vida, cursando estudios
universitarios o haciendo una primera incursión en el mundo laboral, por
ejemplo, también he de decir que, a día de hoy, se tendrán una serie de
limitaciones e impedimentos para acceder a determinados puestos de trabajo de
la administración pública. Y da igual la preparación académica y / o física que
se tenga; si se tiene diabetes no hay alternativa a continuar por esta vía.
Y
finalmente, cuando poco a poco se va consolidando tu vida y comienzas a pensar
a largo plazo y deseas acceder a una póliza de salud privada, la respuesta
sigue siendo la misma: DISCRIMINACIÓN, puesto que el colectivo está excluido de
poder contratarla.
Visto
este recorrido, la conclusión que se saca es más que obvia: una falta de ajuste
de la realidad del siglo XXI a los avances médicos y clínicos en diabetes. Mi
mensaje final, no obstante, es de esperanza al mismo tiempo que realista,
puesto que, hoy por hoy, la gran apuesta de FEDE es trabajar para acabar con
estas injusticias, y espero que, más pronto que tarde, os pueda dar buenas
noticias al respecto.
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