El sobrepeso es un importante
factor de riesgo para la diabetes tipo 2. Un aumento de grasa general, y más
concretamente de los depósitos de grasa visceral y ectópica (grasa abdominal)
está específicamente asociado con la resistencia a la insulina. Este exceso de
grasa provoca un aumento de los niveles de glucosa en sangre que caracteriza la
diabetes tipo 2.
El sobrepeso y la obesidad son importantes factores de riesgo para la diabetes tipo 2 – junto a la edad, la predisposición genética y el
sedentarismo. La evolución de obesidad a diabetes tipo 2 se debe a un fallo
progresivo de la producción de la insulina que coincide con un progresivo
aumento de la resistencia a la insulina, lo que provoca un aumento de los
niveles de glucosa en sangre.
Cuando una persona
tiene sobrepeso u obesidad su cuerpo necesita producir más insulina para llevar
la glucosa a las células que forman su tejido adiposo y el páncreas tiene que producir
más insulina para mantener la glucosa en sangre dentro de los niveles normales.
Este sobreesfuerzo provoca fatiga en el
páncreas y la consiguiente reducción
de capacidad de producción de insulina.
El exceso de peso puede producir una resistencia a la insulina, las
células reducen la sensibilidad, no responden a la insulina y la glucosa no
puede entrar en ellas. Un
aumento de grasa general, y más concretamente de los depósitos de grasa
visceral y ectópica (grasa abdominal) está específicamente asociado con esta
resistencia a la insulina.
Las personas con
sobrepeso pueden convivir durante años con niveles elevados de glucosa y , si
no es detectada a tiempo, el silencioso avance de la diabetes tipo 2 puede
dañar diversas estructuras del organismo. Entre las complicaciones más frecuentes de
la diabetes tipo 2 están la hipertensión arterial, la enfermedad renal y las
enfermedades cardiovasculares (las personas con diabetes tienen un riesgo más alto detener un derrame o ataque al corazón, principales causas de muerte
en personas con esta patología).
Prevenir la aparición temprana de la diabetes tipo 2
Reducir el
sobrepeso y reducir la grasa localizada en la zona abdominal es vital para
reducir la probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2, especialmente en personas con predisposición genética a su desarrollo, para ello se
recomienda:
● Aumentar la actividad física.
Los expertos recomiendan la práctica de ejercicio de intensidad moderada como
caminar, bailar, andar en bici… durante 150 minutos a la semana. (30 minutos/5
días por semana).
● Seguir una alimentación
saludable: preferencia de frutas y verduras, evitando productos ricos en
azúcar y grasas saturadas: bebidas azucaradas, alimentos procesados y alcohol.
● Controlar el peso y reducir la grasa localizada en la zona abdominal.
● Beber agua.
● Mantener una buena calidad del
sueño.
● Evitar el estrés.
● Apoyarnos en herramientas digitales de prevención.
Itziar M. Ceberio, Patia Diabetes
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