Una mayor formación en Atención Primaria sobre las pautas para el control
de la diabetes facilitaría el día a día de las personas con diabetes e
impulsaría un abordaje más integral y completo de la patología. Cuando hablamos de diabetes, la puerta de entrada del paciente a la sanidad
pública al ser diagnosticado, suele ser el hospital. Sin embargo, ¿qué ocurre tras
el debut? ¿Está el sistema adaptado para la gestión integral del paciente con
diabetes tipo 1 los 365 días del año?
La realidad es que, en la mayoría de los casos, la persona
que vive con diabetes y sale del hospital tras el diagnóstico avanza sola en su
tratamiento y autogestión de la patología, hasta la próxima visita con su
endocrino. Una situación que, en ocasiones, por la carga del flujo asistencial,
se retrasa más de lo debido. Esto provoca que los pacientes vayamos a las redes
sociales, busquemos a otros pacientes que nos ayuden en nuestros primeros pasos
o que nos den otro punto de vista en aspectos que vivimos de manera muy similar,
con el fin de empatizar y buscar apoyo.
Es lógico que, en este sentido, muchos de nosotros nos
planteemos la siguiente pregunta: ¿no
sería conveniente aumentar la participación de Atención Primaria (AP) en el
seguimiento del paciente con diabetes tipo 1?
Actualmente, en los centros de salud, es la enfermera quien
suele tener un contacto más directo con nosotros para la renovación de tiras, la
insulina, la revisión del pie diabético (cuando la Comunidad Autónoma lo
incluye) y algunas competencias más. Sin embargo, sería muy interesante que los
profesionales sanitarios de Atención Primaria tuviesen más conocimientos sobre
algunos de los aspectos más básicos de la diabetes, pero fundamentales para una
adecuada gestión de la patología.
Más conocimientos, mejor atención
Desarrollar y dar formación a estos profesionales en conteo
de raciones, índices glucémicos o gestión básica de las nuevas tecnologías que
comienzan a formar parte de la vida de las personas con diabetes, sería un
punto muy interesante para trabajar, ya que de manera fácil y más continuada
podríamos consultar con nuestro médico o enfermero de AP dudas fundamentales
para nuestro autocuidado diario. Consultas que no pueden esperar seis meses o
un año para resolverlas con tu endocrino.
Este abordaje integral de la diabetes, desde cualquier área y
profesional de la Sanidad, podría suponer un cambio fundamental en cómo se
gestiona la diabetes hoy día. Actualmente, a excepción de algunos centros que
apuestan por formaciones básicas a pacientes, lo habitual es que estos
conocimientos no se fomenten entre los médicos y enfermeras de AP, un rol
profesional fundamental e integrado en la vida de cualquier paciente.
No obstante, surgen muchas alternativas a la hora de mejorar
el flujo asistencial y formativo de los pacientes desde AP, como integrar una figura de educador
diabetológico por cada centro de Atención Primaria, ya sea para tipo 1 o
tipo 2.
Apostar por la formación de los profesionales de AP como
catalizadores de conocimientos para los pacientes con diabetes es, sin duda,
una apuesta segura para mejorar la calidad de vida de las personas, la
adherencia al tratamiento y los hábitos de vida saludables, que de manera
indirecta favorecen la prevención de complicaciones futuras.
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