Todas las asociaciones de pacientes deben tener una buena organización y
deben tener perfectamente regulado la formación de su Junta Directiva; la
definición de responsabilidades de cada uno de sus miembros; y por último el cumplimiento
de sus obligaciones de reuniones, con sus actas y sus decisiones, con sus
asambleas y con una buena definición de sus planes u objetivos anuales. En
ocasiones veo asociaciones que se reúnen poco o nada o cuando alguien lo
considera, y este tipo de funcionamiento lleva a la desmotivación y el
abandono. Al final, las asociaciones son organizaciones que en su mayoría o
todos son voluntarios, pero en pro de la convivencia y en la prioridad de fijar
objetivos, conviene tener unas normas que hagan que el funcionamiento sea
sistemático y no dependa de una o varias personas, sino de lo que establezcan
sus estatutos. Soy perfectamente conocedor de las enormes dificultades de todas
nuestras asociaciones, pero también soy un defensor de la gran labor que hacen
en nuestra sociedad. Aunque sean pequeñas y con escasos recursos, es
importante e higiénico que el buen fin de las asociaciones recaiga en sus
estatutos y no en personas concretas.
Ahora que la mayoría nos hacemos propuestas de ir gimnasio o dejar de
fumar, también deberíamos emplearnos a fondo en conseguir que nuestra
asociación comience a funcionar de una forma más estructurada. Y recordad, las
asociaciones de pacientes somos fundamentales en España y no podemos
permitirnos que desaparezcan.
Interesante reflexión, Andoni, aunque yo creo que el objetivo no está ahí. Las asociaciones actuales siguen adoleciendo del eterno problema del personalismo promovido por las propias personas que las dirigen, pero también como consecuencia de la falta de colaboración de los socios. La gente no quiere arrimar el hombro para impulsar las asociaciones. No solo les vale lo que haga otro, sino que quieren que lo haga otro. Lo vemos en multitud de aspectos, hasta cuando se necesita su apoyo en temas que les afectan directamente (léase el problema con las agujas para plumas de insulina). Los que apoyan, colaboran y aportan algo son los menos, lamentablemente. Para que una asociación funcione correctamente, creo yo, debe renovar a sus responsables periódicamente y eso es extremadamente difícil, en mi experiencia. O bien, es que en mi tierra no lo estamos haciendo bien.
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