El fin de semana todos nos llevamos una enorme alegría al conocer que, por fin, después de tantos años de trabajo, el Gobierno había tomado la decisión, en el Consejo de Ministros, de eliminar la discriminación laboral que sufren las personas con diabetes en el acceso a ciertos puestos del empleo público. Desde que se conoció la noticia, son muchas las felicitaciones que hemos recibido, tanto a nivel personal como a nivel profesional. Supone una gran satisfacción haber logrado este resultado fantástico, después de 4 años de innumerables viajes, reuniones, encuentros y debates.

Hoy quiero resaltar la labor de la Federación Española de Diabetes (FEDE), una federación (la más grande de España) que todos los días trabaja para lograr una mejora de la calidad de vida de las personas con diabetes y sus familias. Además, cuenta con unos presidentes en sus federaciones autonómicas que se vuelcan en su trabajo, haciendo que FEDE esté, ahora mismo, más unida que nunca. Realmente es de admirar el que los representantes de las personas con diabetes de todas las Comunidades Autónomas colaboren de esta forma, poniendo en común sus preocupaciones y buscando soluciones a tantos y tantos problemas a los que nos enfrentamos.


Todos trabajamos mucho, y sabemos que a veces es agotador, pero siempre lo hacemos con esa ilusión por ayudar a todas las personas con diabetes. Soy consciente de que, a veces, cometemos errores o quizás no siempre tomamos las mejores decisiones, pero todos los que participamos en la labor de FEDE lo hacemos con la mejor voluntad e intención, y eso es lo importante. El futuro de la Federación está ligado a nuestro trabajo, si es bueno, lo será para todos nosotros; y si en algún momento fracasamos, también nos afectará, más tarde o más temprano, a todos.

Por eso, creo que es necesario repetir que necesitamos el apoyo de todas las personas con diabetes. Y lo hago porque a veces es muy triste ver el silencio y el vacío que ciertas personas del mundo de la diabetes hacen hacia nuestra Federación. Tal vez en búsqueda de la popularidad o de más seguidores, nos encontramos con algunos profetas que hablan mucho, aunque desconocemos con qué objetivo.

La única realidad que conozco es la de los que de verdad pelean por la calidad del material de inyección; los sistemas de monitorización; la adecuación de las leyes a la realidad del siglo XXI de las personas con diabetes; la atención personalizada e individualizada, etc.; y esas personas son las que impulsan la labor de las 153 asociaciones locales y 19 federaciones autonómicas que forman la Federación Española de Diabetes. Al final, todas las personas con diabetes se benefician del trabajo de las asociaciones y de los avances que consiguen con sus reivindicaciones, incluidos aquellos que nos hacen el vacío y a los que me refería antes.

Ojalá este artículo sirva para que, por fin, todos ellos apoyen decididamente a la Federación y si tienen que criticar, lo hagan de una manera constructiva. Una familia como la nuestra debe seguir unida y trabajar por el bien del paciente.