Aunque se viva en solitario, la diabetes es un "deporte" de equipo. Nos apoyamos en diferentes profesionales (endocrino, farmacéutico, médico de cabecera...). Darle importancia también a nuestro bienestar emocional y buscar ayuda profesional en este aspecto es, asimismo, de gran relevancia.


Como en cualquier otra enfermedad, la diabetes, a parte de las complicaciones a nivel físico, tiene consecuencias en el plano psicológico. Ser conscientes de ello e integrar la enfermedad de la manera más positiva posible en nuestra biografía e identidad puede marcar la diferencia entre un buen autocontrol y una vivencia constructiva de la diabetes o, por el contrario, la frustración y las complicaciones.

Debido a que no hay dos diabéticos iguales, tampoco existe una fórmula o unos pasos estandarizados para abordar las implicaciones psicológicas de la diabetes. Buscar un buen profesional, con una metodología con la que nos identifiquemos y sobre la que podamos trabajar dentro de unas metas realistas y alcanzables es, desde mi punto de vista, el primer y más importante paso.


Acopio de estrategias


Al no existir una disciplina única, debemos hacer acopio de estrategias, técnicas e ideas, e irlas adaptando a nuestra forma de vivir y entender la diabetes. Por ello, considero que hay que tomarse con cuidado y relativizar aquellos métodos o supuestos profesionales que nos prometan una terapia o proceso con el que conseguir maximizar nuestro potencial, bienestar o cualquier meta que nos propongamos, tan de moda en la actualidad.

En el camino del autocontrol y de una vivencia positiva de la diabetes, vamos a vivir innumerables altibajos, no solo de glucosa, también del estado de ánimo. Contar con recursos y apoyo en ambos planos nos puede ayudar a modular estás subidas y bajadas y, en definitiva, a ser más felices, sin que la diabetes suponga un lastre.

Julio García, fundador del blog "Qué no te pare la diabetes"