El día 28 de abril se celebra el Día Mundial de la Seguridad y la Salud
en el Trabajo, con el objetivo de concienciar sobre la importancia de la
seguridad y la salud para así evitar accidentes y lesiones relacionadas con tu
oficio. Desconocía que hubiera un día para celebrar la salud en el trabajo,
pero tanto para empleadores como empleados, puede ser una buena ocasión para
concienciar y dar a conocer los puntos básicos de este tema.
Yo siempre he trabajado en
oficinas, de todos los tamaños, desde solo dos personas hasta de 200. En una
oficina, el riesgo de sufrir un accidente no es demasiado alto, como mucho te
puedes dar un calambrazo o puedes tropezar con un paquete de folios. En
términos generales, en las empresas en las que he trabajado sí que se cumple al
100% lo de la seguridad. Ahora bien, lo de los entornos saludables, es otro
cantar, si abordamos los siguientes aspectos:
1.- Aire acondicionado.
Está claro que cada individuo tenemos una
percepción térmica diferente, motivo por el que se generan controversias. En
mis 12 años de vida laboral en oficinas, he visto todos los casos posibles. Pero
personalmente, soy de las que no les gusta mucho el verano, porque sufro mucho
con el calor. El frío lo puedo combatir tapándome más, pero el calor no puedo
combatirlo de ninguna manera. Como dato curioso, por si no lo sabéis, las personas
con diabetes sufren más con el calor porque nos deshidratamos con más
facilidad y, además, el calor puede alterar la forma en que el cuerpo absorbe
la insulina. Esto significa dos cosas: cuando hace calor, sentimos más calor y,
encima, nos desbarajusta los niveles de glucosa en sangre. Con lo cual es una
angustia doble, la de la temperatura y la de cómo controlar el azúcar.
2.- Iluminación.
No sé qué es peor, trabajar de cara a la ventana y
que el sol te deje ciego, o trabajar de espaldas a la ventana, y que el sol
refleje en la pantalla del ordenador y te deje ciego. Da igual las cortinas que
pongas, si son muy opacas no deja entrar el aire y tenemos el efecto
invernadero, si son demasiado claras dejan pasar la luz y volvemos a los problemas
de la vista.
3.- Mobiliario.
Son habituales las lesiones de espalda, hombros,
muñecas y piernas a causa de las sillas (no del todo ergonómicas y no
adaptables a todos los cuerpos), por las mesas (a veces pequeñas y poco
prácticas), los periféricos (teclados y ratones, por el mismo motivo que las
sillas), etc. Todo eso causa dolores crónicos, contracturas, tendinitis, etc.
Lesiones y consecuencias
A todo esto, me gustaría
compartir con vosotros que estoy operada del hombro, y una vez terminada la
rehabilitación post-operación, el fisioterapeuta me lo pago yo, y como llevo
muchos años, llevo también mucho dinero gastado en el “fisio”. Por ello, si las empresas invirtieran un poco de lo
que ganan gracias a la producción de sus trabajadores en yoga, fisioterapia,
higiene postural, piscina o la técnica que más les guste, los trabajadores (de
oficina en mi caso) no tendríamos tantos
dolores crónicos y se rendiría mejor. Si no me crees, lee
este artículo sobre yoga en las oficinas.
Además, eso ayudaría a reducir
las bajas y se ahorraría en operaciones en la seguridad social y también en
tratamientos, con todos los beneficios económicos que eso conlleva para las
empresas, y los beneficios personales para los trabajadores.
Yo ya he hecho mi parte dando ideas, a ver si alguien, tras leerlas, las
aplica.
Carmen Carbonell, fundadora del blog "Memorias de una diabética"
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