Nadie puede negar que el papel del paciente está ganando un protagonismo que hubiese sido impensable en otra época. Nos dicen que somos el centro del Sistema Nacional de Salud (SNS), nos hablan de empoderamiento y nos mencionan con la palabra “paciente activo”. Al mismo tiempo, médicos, administración, políticos, etc. nos piden y demandan tener ese protagonismo y que, efectivamente, seamos partícipes de él. Creo, sinceramente, que la verdadera revolución se está produciendo en las asociaciones de pacientes, que cada vez tienen mayor protagonismo, lo cual beneficia a los pacientes.

En este sentido, ellas son las que están experimentando un cambio significativo en su forma de trabajar y actuar, cada vez más profesionalizada. En tiempos pasados, tenían una actuación puramente reivindicativa, protestando o saliendo a la calle. Ahora todo esto está cambiando y hay que decir que redunda en el bien de los pacientes, pero también de la Administración Pública y en el resto de los agentes sanitarios.

Siempre digo que el paciente es el mejor aliado para llevar a cabo cualquier estrategia o proyecto, porque si este recibe el apoyo y respaldo de los pacientes, su éxito será mucho más fácil. Esto es algo de lo que, poco a poco, se van dando cuenta todos los actores implicados en el sistema sanitario. Las organizaciones de pacientes también nos hemos dado cuenta de que el enfrentamiento no nos lleva a nada bueno, y que sólo desde la colaboración y el respeto, desde la empatía e intentando entender al de enfrente, se llega a soluciones para mejorar la calidad de vida de los pacientes.

De cara al nuevo año 2018, que se aproxima, el gran reto será garantizar la sostenibilidad de las asociaciones como agentes beneficiosos de nuestra Sanidad. Y los grandes riesgos, no perder la perspectiva ni dejarse adular por ser “famosos” en las redes sociales.

Debemos siempre tener los pies en la tierra y no olvidar lo que es realmente importante, ese contacto directo y cercano con los pacientes, en la calle. Esa es la esencia y el ADN de nuestras asociaciones.

Andoni Lorenzo, presidente de la Federación Española de Diabetes (FEDE)