7/26/2019


Una vez más, llegan las vacaciones de verano, un tiempo para el descanso y la reflexión, muy necesario para cargarnos de energía y poder hacer frente a los diferentes retos, proyectos e iniciativas que llevamos a cabo, durante el resto del año, desde la Federación Española de Diabetes (FEDE), siempre rigiéndonos por los principios del buen hacer, del buen gobierno y de la profesionalidad.


Para ello, a veces no hace falta irse de viaje; el descanso lo podemos conseguir en nuestra propia casa, buscando la forma más adecuada de desconectar de la rutina diaria y de los infinitos problemas que nos surgen cada día. Además, esta es también una muy buena época para recapacitar y, de cara al mes de septiembre en el que realizaremos nuestro III Congreso Nacional, organizar adecuadamente los retos y objetivos para el cierre del año.

Pero independientemente de cuales sean los objetivos que nos marquemos para la vuelta a la rutina, lo importante es encontrarse bien con uno mismo y disfrutar de esos pequeños placeres que nos da la vida. En nuestro día a día de trabajo, muchas veces el bosque no nos deja ver el árbol, y se nos olvida lo importante que es, simplemente, pasear, contemplar una puesta de sol o disfrutar tan sólo de la compañía de los que más queremos. En esto es en lo que nos tenemos que fijar, en esos pequeños detalles donde encontremos la felicidad, y que tenemos muy cerca.

En mi caso, una conversación especial o el sacrificio que supone a veces trabajar para ayudar a los demás, cueste lo que cueste, hacen que la vida merezca la pena; y aunque a veces no todo el mundo te entienda, si uno mismo está a gusto con lo que hace, vive y siente, ¡el esfuerzo merece la pena!

Por todo esto, y hasta que volvamos a retomar la rutina después de las vacaciones, os deseo un muy feliz descanso, cuidando siempre de vuestra diabetes.


Andoni Lorenzo, presidente de la Federación Española de Diabetes (FEDE)

Publicado el viernes, julio 26, 2019 por Federación Española de Diabetes (FEDE)

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7/19/2019


La verdad es que llevar una alimentación saludable y controlada durante las vacaciones no es imposible, pero se convierte en una tarea casi titánica para quienes vivimos con diabetes tipo 1, sobre todo si no somos muy organizados. Sabemos que nuestra diabetes tipo 1 no tiene vacaciones o, mejor dicho, nosotros no descansamos de ella, así que tenemos que adecuarnos, lo mejor posible, para no “descarrilarnos” y terminar en una montaña rusa digna del mejor parque de atracciones.  

No podemos negar que la diabetes es amiga de la rutina, los horarios, la vida organizada y la alimentación controlada; y es justo en la época de vacaciones cuando todo esto se altera.  Por ello es que debemos estar preparados para situaciones así, y la clave de esta ecuación es la educación en diabetes.

¿Ustedes qué opinan? En lo personal, siempre digo que el conocimiento es poder, y la educación en diabetes nos da las herramientas y la facultad para manejar de manera más efectiva nuestra vida ante distintas circunstancias y retos. Las vacaciones y el verano son uno de ellos, pues durante este tiempo podemos no tener horarios definidos, dormir más horas de las habituales, tener diferente tipo de alimentación (si nos encontramos de viaje) y dedicarnos a actividades que no solemos realizar el resto del año. Así que, si bien el papel de los profesionales de salud es básico durante todo el año, en esta época es más que necesario.

En el caso de niños pequeños, los padres pueden considerar más retador el verano con todas sus tentaciones y cambios de rutina, ya que mientras ellos se encuentran en la escuela hay un horario para todo (despertar, desayunar, hacer ejercicio, almorzar, jugar, cenar, dormir, etc.) y eso permite que podamos manejar casi todas las variables que pueden interferir con nuestras glucemias. Pero, durante las vacaciones, la situación cambia drásticamente: viajes, días de playa y mar, piscina, horarios no definidos y comidas poco habituales.

Para mí, sigue siendo básica la educación en diabetes y, aunque la recibí después de muchos años de ser diagnosticada, cada día sigo aprendiendo mucho.

Aunque no lo crean, solo fue hace 10 años (de los 37 que convivo con la diabetes tipo 1) desde que me introdujeron al “enigmático mundo del conteo de carbohidratos” . Y lo pongo entre comillas, porque para mí era como la “dimensión desconocida” o un “mundo paralelo”, al cual nunca tuve acceso antes. Y siendo adulta, es un poco más difícil de entender y aprender, rompiendo una serie de paradigmas aprendidos desde siempre.

Lo que más me ayudó fue saber que podía tener flexibilidad en mi vida y que no todos los días tenía que desayunar, almorzar o cenar lo mismo. Y ha sido justamente esta herramienta la que me ha permitido viajar, poder conocer otras culturas y probar otros sabores haciendo un poco más fácil el tomar las decisiones correctas, no sin equivocarme algunas veces, pues no somos infalibles.

Lo cual me lleva a responderles la pregunta inicial de este artículo, la alimentación saludable y las  vacaciones son compatibles, siempre que nos demos algunas licencias para disfrutar de este viaje llamado vida, aunque sea de la mano de nuestra fiel compañera: la diabetes.


Cath Mansen, fundadora del blog "Diabetes a bordo"

Publicado el viernes, julio 19, 2019 por Federación Española de Diabetes (FEDE)

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7/05/2019


Este pasado lunes, 1 de julio, el Gobierno aplicó una bajada de precio, de entre el 6% y el 8%, a 45 referencias de medicamentos para la diabetes. Aparentemente, y sin entrar a analizar los detalles de esta medida, lo primero que podemos decir es que beneficiará directamente a los bolsillos de las personas con diabetes y a las administraciones públicas, ya que se calcula que supondrá una reducción del gasto farmacéutico de 1.500 millones de euros.

Mi reflexión, en esta ocasión, surge porque creo que es muy importante conseguir optimizar los recursos con los que cuenta la Administración y, sobre todo, si beneficia al funcionamiento de una estructura tan importante como nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS). No obstante, también tengo una cierta preocupación, la sensación de que las medidas de este tipo son básicamente economicistas y con un planteamiento cortoplacista.

La Sanidad española debe transformarse, y lo debe hacer ya, porque vivimos cambios en nuestra sociedad que deben abordarse sin más dilación y que requieren de decisiones que permitan gestionar una buena atención y mejorar la eficiencia del gasto sanitario.

Todos los agentes que estamos involucrados en el ámbito de la diabetes y la salud estamos de acuerdo con que se tomen medidas estructurales que permitan mejoras en general; pero mi preocupación reside en que se puede cometer un error, si la única solución es poner en la diana a la industria farmacéutica, porque las consecuencias serían devastadoras: la aniquilación de la I+D+i que estas desarrollan.


Me gustaría que se reflexionara sobre cómo se vivía con diabetes hace 10 ó 15 años, pues todos llegaríamos a la conclusión de que el cambio ha sido notablemente positivo: la calidad de vida de las personas con diabetes ha mejorado en este tiempo de una forma increíble, y en buena parte se lo debemos a la inversión realizada por la industria en investigación.

Por ello, debemos ser prudentes a la hora de reclamar más recortes, pues no siempre es sinónimo de una buena gestión sanitaria.


Andoni Lorenzo, presidente de la Federación Española de Diabetes


Publicado el viernes, julio 05, 2019 por Federación Española de Diabetes (FEDE)

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