Esta semana he tenido una conversión en torno a un interesante proyecto sobre humanización, que me ha hecho reflexionar sobre la importancia de este concepto en el ámbito sanitario. Y es que, la falta de tiempo y el exceso de trabajo, que nos hace ir a todos con prisas y quererlo todo “para ya”, llegan a trascender a nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS). Esto ha llevado a que varias organizaciones y expertos en la materia insistan sobre el concepto de humanización y la necesidad de trabajar más sobre su relevancia e implicaciones.

La atención de los pacientes desde el punto de vista psicoafectivo es esencial, puesto que, cuando una persona afronta una enfermedad, automáticamente se enfrenta a sentimientos como el miedo y la soledad. Si a esto se añade el que en los centros de salud y en los hospitales el ambiente de trabajo es muy estresante, te encuentras en un escenario poco amigable, donde el afecto, la amabilidad, la escucha, la empatía o la compresión quedan relegadas, primando la realización de procedimientos, como el diagnóstico de la enfermedad, y explicaciones apresuradas, en las que, a menudo, el profesional no se para siquiera a mirarte a los ojos.

Los procesos de atención y trabajo en el SNS buscan el mejor diagnóstico y la cura o recuperación de todos los pacientes, pero no debemos olvidar que el factor humano en la asistencia ayuda, y mucho, a que el paciente se encuentre mejor, menos preocupado, más implicado, psicológicamente más estable y, por lo tanto, más preparado para enfrentarse a su enfermedad, lo que favorece su recuperación.

Por lo tanto, poco a poco, debemos intentar, entre todos, que la idea de la humanización del sistema sanitario se convierta en una realidad y llegue a los centros de trabajo y salud de todos nuestros pueblos y ciudades. Tanto las organizaciones de pacientes, como las sociedades científicas o médicas y, especialmente los profesionales de Enfermería, debemos ir transformando nuestro SNS hacia una Sanidad más afectiva.


Andoni Lorenzo, presidente de la Federación Española de Diabetes (FEDE)